Más de una vez he escuchado que las mujeres somos gastadoras, pero me he dado cuenta que hay hombres que también lo son. No creo que sea un tema de género sino más bien una cuestión de prioridades o de organización.
Vale la pena hacerse algunas preguntas para entender las razones de por qué hemos gastado dinero sin medirnos o sólo por un impulso ¿Cuántas veces fuiste de shopping sólo por aburrimiento o por pena o por sentir que necesitabas algo nuevo? ¿Cuántas veces compraste cosas sólo porque estaban en oferta o porque estabas en la tienda y encontraste algo lindo? ¿Cuántas veces llegaste a casa con una prenda nueva que nunca usaste o con productos del supermercado y te diste cuenta que ya lo habías comprado antes? ¿Cuántas veces hiciste click en “comprar” en alguna tienda on line sin de verdad necesitarlo?
A mí me pasó un montón de veces cada una de estas cosas. Muchas. Y cada vez que lo pienso, me agarro los pelos. Ni les cuento mis historias en las tragamonedas del casino… De no haber gastado tanta plata en objetos y situaciones sin sentido durante tanto tiempo, quizás estaría contándoles otra historia desde otro lugar jajaja. El punto que quiero plantear es que siempre es posible ordenarse, pero como es sabido, para que las cosas resulten, hay que tener algún método que se repita en el tiempo y que se convierta en un hábito, porque si no, se vuelve a caer en lo mismo una y otra vez.
Les quiero compartir algunas ideas y tips que ocupé al comienzo para salir del círculo vicioso y también lo que sigo haciendo a diario:
- Lo primero es comparar ingresos vs egresos: no se puede gastar más de lo que se tiene. Si bien es posible en casos excepcionales comprar con tarjeta de crédito, las cuotas que elijas deben estar de acuerdo a tu capacidad de pago mensual y también controlar que el total de tus deudas mensuales no afecte el pago de los gastos fijos como arriendo/dividendo, cuentas básicas y compras de supermercado como mínimo.
- Hacer listas de compras: no es primera vez que lo menciono, pero es tan útil tener la lista de lo que necesito comprar en el supermercado, porque evito pasear por esos pasillos tentadores y aprovecho mejor el tiempo. Menos tentador aún es hacer las compras de supermercado por internet ya sea con retiro en tienda o con despacho a domicilio. Ahí sí que cumples la lista completa. Yo lo he usado un par de veces, pero por un tema netamente de gusto, prefiero ir de forma presencial.
- No salir a comprar con hambre o con pena: El hambre te hace comprar comida que no comprarías si hubieras salido preparada y la pena te hace comprar cosas lindas “porque te las mereces”. Yo dejé de hacer ambas cosas y bajaron varios gastos innecesarios.
- Eliminé tarjetas de crédito: Saqué la cuenta de cuánto gastaba al mes en mantenciones de tarjetas de las distintas tiendas comerciales y había un gasto no menor ello. Por ejemplo, para poner números aproximados: $5.000 en Paris, $7.000 en Ripley, $500 en CMR (soy premium), $4.000 Mastercard Banco Santander, $5.000 Mastercard Banco de Chile, da un total de casi 20 lucas sólo en mantenciones. Opté por quedarme sólo con la CMR y no uso ninguna otra tarjeta.
Esos fueron los primeros pasos y luego al irme dando cuenta que empieza a bajar el nivel de gastos, opté por ahorrar. Ya les conté en otro momento que también decidí vender muchas cosas en desuso y que esa plata la fui guardando en fondos mutuos. Tómenlo como una opción de ahorro invisible.
Una vez que todo fue fluyendo y empecé a generar abundancia a partir de un chip que me inserté en el cerebro con pensamientos positivos, logré ahorrar como mínimo el 10% de mi sueldo. Mientras puedan sacarle una mascadita a los ingresos que reciban, les recomiendo hacerlo al recibirlo y no con lo que sobre a fin de mes. Siempre se te va a ocurrir en qué gastarlo, mejor lo guardas.
Proponte metas, es decir, piensa qué vas a hacer con la plata cuando la tengas. Yo, por ejemplo, me propuse cambiar el auto y lo hice. Con las ventas de las cosas en desuso pagué gran parte de la gira de estudios de mi hija. Ahora ahorro para su entrada el próximo año a la Universidad y por si eventualmente vuelvo a quedar sin trabajo (mi rubro es muy dinámico, las obras se terminan).
Siempre cotizar, no te dejes llevar por lo primero que vez, aunque diga que está en oferta. Esto aplica siempre y cuando sea algo que puedas encontrar en otra parte. Yo también creo que darse un gusto de vez cuando está bien. Pero sobre todo en compras como ropa, electrodomésticos y productos en serie, es mejor cotizar. Hay supermercados que son notoriamente más baratos que otros y lo he comprado en diversas ocasiones.
Gracias por leer hasta aquí, espero que te sirva esta experiencia para que puedas llevarte bien con tus finanzas. Saludos!!!