
Puedo sonar repetitiva en mis últimos posts, pero esto de estar cesante en cuarentena tiene sus pros y contras para mí. Por un lado, el hecho de estar todo el tiempo en la casa sin estar preocupada de rendir a un trabajo (o teletrabajo) me ha permitido hacer muchas cosas que estoy segura no podría haber hecho si hubiera estado trabajando. Ya les conté que dentro de lo malo que significa perder un trabajo, al menos me pagaron bien la salida y por ahora, a pesar de los 2 meses que ya han pasado, me mantengo bastante optimista con respecto a los recursos de los que dispongo y siento que podré estar así durante varios meses más… cruzo los dedos por así sea. A raíz de esto, me he puesto a pensar que hay varias cosas que he dejado de comprar y que para esta condición de encierro se hacen bastante poco importantes para mi vida.
¿En qué he ahorrado?
- Lo primero que noté que, por cierto, no es tan difícil darse cuenta, es que no he usado el auto más que para ir a comprar al supermercado, ferretería, mi ex casa y un par de visitas por ahí. Esto ha significado que en estos 2 meses no haya usado un estaque de bencina completo, siendo que habitualmente habría llenado al menos 4 veces. Sumemos a esto, que nos cambiamos a una casa en el sector céntrico de la ciudad, así que además, puedo llegar a pie al centro, evitando el auto y todo lo anexo (estacionamiento, parquímetro o “cuidadores” de auto).
- La ropa pasó a segundo plano. Uso los mismos pantalones varios días seguidos, las mismas Bamers y voy variando camisetas y chalecos nada más que para no verme todos los días igual. Al final del día termino usando un chaleco muy grueso, siempre el mismo, que ya forma parte de mi uniforme de casa. Siento que gastar plata en ropa en estas condiciones es bastante absurdo y además miro mi clóset y debo reconocer que es más lo que sobra que lo que falta.
- No uso maquillaje. De repente me encrespo las pestañas. A veces incluso olvido ponerme crema hidratante, pero eso por lo menos sí me importa, así que cuando me acuerdo, lo hago. Por lo tanto, tampoco necesito renovar maquillaje y creo que no lo haré en mucho tiempo más.
- No se puede ir a comer a restaurantes, así que también eliminé ese gasto, aunque como les voy a contar más abajo, aumentamos el gasto en otras cosas para consumir en la casa.
- Hice inversiones con el finiquito. Lo repartí en depósitos a plazo, APV, cuenta de ahorro y fondos mutuos. Las ganancias son bastante bajas, pero algo aportan. Este mes ya vi utilidades y volví a invertir.
- Y sumado a todo esto, debo destacar que antes yo mantenía sola mi casa y ahora somos dos, así que se reparten los gastos, lo que también me ha permitido disminuir mis gastos fijos.
¿En qué he gastado?
- Me compré algunas herramientas y materiales, que creo que no hubiera comprado de no estar en cuarentena. Sólo para chochear, les cuento que compré una ingleteadora (previo a vender una sierra circular que nunca usé por miedo), un destornillador inalámbrico, una guía para tarugos y algunas pinturas a la tiza. Con esto me he entretenido haciendo algunas cositas. Soy amateur, pero si seguimos en las mismas condiciones, estoy segura que mejoraré las técnicas.
- La comida abunda en la casa. Agradecida por eso. Con la condicionante de no querer salir muy seguido a comprar, he hecho pedidos más grandes que lo normal. La última vez que fui al supermercado me excedí comprando carnes y leche. Además hemos tomado más alcohol que de costumbre, sobretodo vino y cervezas. Estas últimas las dejé de tomar, porque estaban causando efectos adversos en mi panza… guata de cerveza. En el ítem “supermercado” el gasto ha sido mayor que en condiciones normales.
- Si bien llevamos poco tiempo en la casa, el mes pasado vi una diferencia importante en las cuentas básicas (agua, luz, gas). En mi otra casa los gastos eran mucho menores. Además, esto de estar todo el día en la casa, hace aumentar el consumo de agua, luz, gas (y papel higiénico jaja) y se suma a que esta casa es mucho más grande. Igual cambié ampolletas a LED, mejoramos algunas cañerías y llaves que estaban con algunas fugas de agua, así que quizás mejore en las próximas cuentas.
Gastos extra
- Hubo que hacer algunas reparaciones menores, pero importantes en griferías y canaletas, así que hubo que contratar a especialistas. Si bien yo soy maestra chasquilla, hay cosas que no hago porque no tengo las competencias.
- Cambiamos los muebles de la cocina. Junto con el gasto anterior, fueron gastos únicos y no se van a repetir, así que en los meses que vengan no nos va a afectar.
Sumando y restando, la balanza está a mi favor. El hecho de estar sin trabajo implica que no tendré un aumento en mis arcas, sólo gastos, así que considero importante saber en qué se va la plata y evitar hacer compras innecesarias. Ya sé que me compré las herramientas y que podrían entrar en la categoría de innecesarias, pero me hacen feliz y las estoy usando y las usaré cuando quiera. No son de desecho rápido y no pasan de moda (ésa es mi justificación).
Les comparto este análisis personal. Ojalá les sirva mi experiencia y puedan también revisar bien en qué usan la plata. No he llegado al punto de saber EXACTAMENTE cuál es el gasto mensual, pero sí tengo una idea bastante clara con la que me voy midiendo para no pasar penurias más adelante, en caso que me mantenga sin trabajo por largo tiempo.
Saludos!