Abrí mi cajón de la ropa deportiva y decidí que hay una poelra que no he vuelto a usar y no tengo intenciones de volver a ocupar, así que se va. Además de 2 jeans que no me quedan cómodos a pesar de que la talla sí me cabe y otro de mi hija, que tampoco usa.
Dentro del lote, no se ven, van también van unas leggins color burdeos que usé pensando en darles la última oportunidad y no me convencieron, así que también decidí que era momento de dejarlas ir.
Consejo: Si no estás convencido de guardar una prenda de ropa, dale una última oportunidad. Si no te convence durante el día que la usas, entonces despídete de ella. Si guardas ropa pensando en que “alguna vez la vas a usar” pueden pasar años. Yo he optado por hacer esto y así he decidido más fácilmente si la dejo o se va. Casi todas las veces, la decisión ha sido dejarla ir. Si te hace dudar, mejor no la guardes.